Según el Informe Mundial Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de 2018-2019, la población española involucrada en fases iniciales de un proceso de emprendimiento ha incrementado respecto al año anterior. El principal índice empleado en el estudio para medir este factor se denomina tasa de actividad emprendedora, cuyo valor mide las ideas de negocio con una duración de hasta tres años y medio entre la población de 18 a 64 años. Respecto a este índice, España continúa en aumento (del 5,2% en 2016 al 6,4% en la actualidad), recuperándose progresivamente hacia cifras anteriores a la crisis (7,6% en 2007).
En el contexto europeo, nuestro país supera las cifras de emprendimiento de Italia (4,2%) y Alemania (5%), aunque sigue estando por debajo de la media (8,7%). Con respecto a la brecha de género a la hora de emprender, España encabeza la paridad de género, con nueve mujeres emprendedoras por cada diez hombres, una cifra que supera la media europea (seis mujeres por cada diez hombres emprendedores). Asimismo, una reciente encuesta elaborada por TRIVU indica que entre menores de 30 años, un 35% está decidido a emprender. El auge de las vocaciones emprendedoras en España no solo queda reflejado en los más de tres millones de trabajadores autónomos, sino también en la atracción de inversores de todo el mundo.
A pesar de que las cifras anteriores son alentadoras, el emprendimiento español enfrenta aún numerosas barreras que debe superar para alcanzar su máximo potencial y poder así posicionarse de manera competitiva a nivel global. Entre los mayores desafíos destacan la cultura, el acceso a financiación y las regulaciones gubernamentales.
A nivel cultural, el miedo al fracaso es uno de los factores que más obstaculiza este sector. El hábito de tomar riesgos y comenzar un proyecto profesional por cuenta propia sigue siendo minoritario frente a la costumbre de buscar trabajo por cuenta ajena. Esta falta de habilidades y de cultura emprendedora requiere una verdadera estrategia de apoyo a nivel global en todos los ámbitos de nuestra sociedad para cambiar la percepción del emprendimiento. Para ello, la figura del emprendedor debe recibir un mayor reconocimiento social.
El acceso a la financiación también toma un papel fundamental a la hora de emprender. Como resultado, es necesario facilitar información sobre las alternativas que se ofrecen a los emprendedores con falta de recursos económicos para impulsar su idea de negocio. De media, el gasto mínimo para arrancar una start-up oscila entre los 4.000 y los 5.000 euros, según la actividad y necesidades del sector. Afortunadamente, ya no solo existen los bancos como fuente de financiación. Desde los denominados business angels, pasando por ayudas o subvenciones públicas, hasta las plataformas de crowdfunding pueden ser alternativas que respondan mejor a las necesidades de jóvenes emprendedores que cuentan con escasos ahorros personales.
Las regulaciones gubernamentales, por otra parte, pueden obstaculizar el proceso de creación de empresas mediante costes innecesarios, burocracia y cargas fiscales. Por ello, los emprendedores deben tener paciencia, confiar en su idea para la creación de su nueva empresa, y estar bien informados de todo lo que conlleva la actividad emprendedora. La administración pública, a su vez, debe agilizar los trámites administrativos, ofrecer una mayor flexibilidad en la contratación y reducir las tasas de impuestos para simplificar las cargas burocráticas con las que se enfrentan muchos empresarios españoles.
Con el fin de afrontar estos y otros desafíos y contribuir a mejorar el ecosistema emprendedor español, la Junta de Extremadura ofrece un curso de cinco semanas de duración enfocado a nuevos emprendedores y a público interesado en el emprendimiento social. El objetivo de este curso es ofrecer un enfoque innovador y práctico para entender y aprender sobre el proceso para poner en marcha empresas sociales viables, competitivas e inclusivas orientadas a generar valor e impacto social y/o medioambiental. Combinado con un sistema de tutorías personalizadas, las personas participantes dispondrán de las herramientas necesarias para poner en marcha un proyecto de emprendimiento social.
Los módulos de este curso incluyen:
- Comprensión del emprendimiento social, los conceptos asociados y sus implicaciones.
- Reflexión sobre los modelos de negocio sociales, a través del estudio de casos de éxito y buenas prácticas.
- Desarrollo de un plan de negocio social viable.
- Relación con el ecosistema del emprendimiento social e identificar fuentes de financiación.
- Adquisición de herramientas y competencias necesarias para adoptar el emprendimiento social como nuevo modelo de gestión de empresa.
- Familiarización con el concepto de alianzas intersectoriales y gestión sobre cómo gestionar alianzas para beneficio de su empresa social.
Como resultado de esta formación, los participantes fortalecerán sus valores y competencias emprendedoras, comprenderán los beneficios del emprendimiento y contribuirán así a mejorar el posicionamiento innovador, competitivo y económico en España.
Las personas interesadas en inscribirse a este curso de emprendimiento social deben completar el formulario de registro en la página del proyecto EFES antes del 20 de septiembre. Para cualquier duda sobre el proceso de inscripción o el programa del curso, pueden escribir a moocemprendimientosocial@extremaduraempresarial.es.
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